
Construyendo HOPE en East Boston: Jóvenes liderando un futuro más saludable
Cómo la Coalición EASTIE pone en práctica el marco HOPE en la vida diaria con —y para— familias de habla hispana.
Por Javiera Brierley Vera — HOPE en Español
En East Boston, hogar de aproximadamente 45,000 residentes, en su mayoría Latino/a/x, los jóvenes y las familias están transformando la prevención en una oportunidad. La Coalición EASTIE (East Boston Alliance for Support, Treatment, Intervention, and Education) es una coalición comunitaria intersectorial enfocada en prevenir y reducir el consumo de sustancias a través del liderazgo juvenil, la construcción de comunidad y la promoción de estilos de vida saludables. Están reimaginando la prevención como un hábito comunitario, y al hacerlo, están ayudando a que los jóvenes lideren el camino.
Al frente de la coalición está Nancy Slamet, gestora de programas con experiencia, educadora y facilitadora comunitaria. Ella conoció el marco HOPE (Healthy Outcomes from Positive Experiences) mientras buscaba una alternativa basada en las fortalezas, diferente a los enfoques tradicionales centrados en riesgo..
“Las experiencias positivas en la infancia (PCEs) pueden mitigar las experiencias adversas (ACEs). El marco HOPE confirmó lo que ya estábamos haciendo y afinó nuestro enfoque.”
— Nancy Slamet, Directora, Coalición EASTIE
El proceso de incorporar HOPE
Incorporar el marco HOPE en el trabajo de la coalición fue un viaje gradual y colectivo. Nancy y su equipo comenzaron con sesiones internas de aprendizaje, explorando cómo los cuatro bloques fundamentales de HOPE podían aplicarse en su trabajo diario. Luego, organizaron capacitaciones y talleres para sus aliados comunitarios, incluyendo escuelas, organizaciones que trabajan con jóvenes y proveedores de salud. Estas capacitaciones se realizaron de forma bilingüe, asegurando que tanto líderes angloparlantes como hispanohablantes pudieran comprender y aplicar los principios de HOPE.
“Comenzamos con talleres de HOPE 101, y poco a poco las organizaciones hicieron suyo el marco,” explicó Nancy. “Lo hermoso es que no fue solo teoría, sino práctica. Juntos analizamos cómo nuestras acciones diarias podían convertirse en experiencias positivas para los jóvenes y sus familias.”
Este proceso compartido ayudó a la coalición a desarrollar un lenguaje común y una visión unificada. Con el tiempo, HOPE dejó de ser un modelo externo y se convirtió en una parte integral de la cultura de la coalición y de las comunidades a las que sirve.
HOPE en acción
¿Cómo se ve esto en la práctica? La Coalición EASTIE integra los cuatro bloques fundamentales de HOPE en la gran mayoría de sus programas, aquí hay algunos ejemplos:
- Relaciones positivas y de confianza:
En el taller One Love, los jóvenes aprenden cómo se ven las relaciones saludables.. Adultos de confianza —mentores, clínicos, maestros— participan activamente en el trabajo.
“No estamos aquí para culpar o avergonzar,” dijo Nancy. “La gente quiere sentirse mejor. Sabemos que hay mejores maneras de sentirse mejor que perduran.” - Entornos seguros, estables y equitativos:
Los jóvenes y el equipo mapean “espacios protectores” en el vecindario: lugares donde vivir, aprender y jugar de manera segura. Luego, usan esos mapas para organizar eventos familiares. Por ejemplo, un parque que antes era conocido como un lugar de consumo de sustancias ahora alberga noches de cine, música y eventos de micrófono abierto.
“Nuestros jóvenes identificaron el parque como un lugar que querían hacer acogedor para todos,” explicó Nancy. “También han invitado a vecinos a participar que enfrentan adicciones, ofreciéndoles formas de participar que honran su dignidad.” - Participación cívica y social:
Un grupo creciente de líderes juveniles —muchos de ellos en el Grupo de Liderazgo en Español— están tomando la iniciativa en la prevención del consumo de sustancias. Hablan en reuniones municipales, se relacionan con funcionarios públicos y realizan campañas de prevención entre pares que reflejan su cultura e idioma.
“En este momento, nuestros líderes juveniles son las estrellas de la Coalición EASTIE,” dijo Nancy. “Se han convertido en la cara y la voz de nuestro trabajo.” - Crecimiento emocional:
La coalición colabora con la comunidad y otras organizaciones para promover estrategias de respuesta saludables cuando existe trauma.
“El trauma puede ser la droga de entrada,” reflexionó Nancy. “Las personas con traumas no resueltos recurren a sustancias para sobrellevarlos. HOPE nos ofrece formas de sanar, brindando experiencias positivas que reconectan a los jóvenes con la comunidad.”
De la sanción a la transformación:
El enfoque de la coalición es deliberadamente enfocado en las fortalezas. Cuando un joven es sorprendido consumiendo sustancias, el objetivo no es excluirlo, sino reconectarlo.
“Démosles la oportunidad de sentir que pertenecen, que su voz importa, que pueden estar al servicio de la comunidad,” dijo Nancy. “Conectalos con un adulto de confianza o con un grupo positivo de pares. Al hacerlo, la diferencia en lo que sucede después es enorme.”
Los padres también forman parte de esta historia. En el programa Tejiendo Resiliencia, los cuidadores se reúnen con un terapeuta-facilitador para practicar comunicación y autocuidado mientras aprenden nuevas puntadas en sus tejidos. ¿Se te escapó una puntada? Empieza de nuevo.
“El tejido se convierte en una metáfora de la vida,” afirmó Nancy. “La resiliencia es algo que construimos juntos.”
El acceso al idioma es fundamental en su trabajo. La coalición traduce y co-crea materiales de prevención junto a los jóvenes, asegurando que los ejemplos y actividades tengan sentido cultural y lingüístico.
“Eliminamos la barrera lingüística,” dijo Nancy. “Los jóvenes recién llegados con inglés limitado ya no son espectadores; son campeones de la prevención.”
Todas las reuniones de la coalición son bilingües y cuentan con interpretación.
“Cuando el contenido refleja experiencias reales y cercanas, la participación aumenta.”
Construyendo un movimiento
La Coalición EASTIE es convocante, no un programa único. Trimestralmente, reúne a escuelas, organizaciones juveniles, proveedores de salud y salud mental, servicios de recuperación, servicios sociales y grupos de la sociedad civil para alinear esfuerzos y fortalecer el acceso a los cuatro bloques fundamentales de HOPE.
“Se necesita a toda una comunidad,” dijo Nancy. “La prevención no es trabajo de una sola escuela o clínica; es un proyecto comunitario.”
El momento actual no está libre de desafíos. La financiación para la prevención fluctúa, y el futuro puede sentirse incierto. Sin embargo, el espíritu de la coalición es más fuerte que cualquier presupuesto.
“La fortaleza de una coalición es que no vive en una sola organización,” afirmó Nancy. “Si no siempre podemos recurrir a las instituciones, podemos recurrir los unos a los otros. El marco HOPE es accesible para todos. Practicar HOPE es algo que cualquiera puede hacer.”
Nancy desafía la idea de que los adolescentes estén desconectados o sean parte del problema. Ella cree que ellos tienen un profundo conocimiento de su propia realidad y de las soluciones.
Su mensaje es poderoso:
“Solo escúchalos. Ellos entienden su realidad mejor que nosotros y tienen ideas fuertes para encontrar soluciones. Nuestro trabajo es darles espacio para liderar.”
La invitación
Desde East Boston, Nancy y su equipo nos hacen un llamado:
“Únete a nosotros para expandir HOPE,” dice Nancy, “a través de experiencias positivas que unan a las personas y fortalezcan la comunidad.”
“Comienza con un pequeño acto de conexión y pertenencia—hoy mismo.”
Todo este trabajo es posible gracias a la dedicación del equipo de la Coalición EASTIE: Nancy Slamet, Directora de la Coalición EASTIE; Liliana Obando, Coordinadora del Proyecto DFC; Sara Ladino Cano, Coordinadora del Programa Juvenil; Reina Reyes, Coordinadora de Apoyo para Jóvenes y Padres de EASTIE; y Nelson Correa, Fundación De Nosotros.
Descubre más sobre el trabajo de la Coalición EASTIE y únete a su misión visitando www.eastiecoalition.org.
Este artículo forma parte de una serie de publicaciones dedicadas a visibilizar el trabajo de organizaciones y personas que están implementando el marco HOPE (HOPE Framework) en español. A través de estas historias, buscamos mostrar experiencias de personas y organizaciones que trabajan potenciando las experiencias positivas de la infancia en comunidades hispanohablantes.
How the EASTIE Coalition puts the HOPE Framework into daily practice with—and for—Spanish-speaking families.
In East Boston—home to approximately 45,000 residents, the majority Latino/a/x—youth and families are transforming prevention into possibility. The EASTIE Coalition (East Boston Alliance for Support, Treatment, Intervention, and Education) is a cross-sectoral community coalition focused on preventing and reducing substance misuse through youth leadership, community building, and healthy lifestyles. They are reimagining prevention as a community habit, and in doing so, helping young people lead the way.
At the coalition’s helm is Nancy Slamet, an experienced program manager, educator, and community builder. She discovered the Healthy Outcomes from Positive Experiences (HOPE) framework while searching for a strengths-based alternative to traditional, problem-focused approaches.
PCEs can mitigate ACEs. The HOPE framework affirmed what we were already doing—and sharpened our focus.”
— Nancy Slamet, Director, EASTIE Coalition
The process of incorporating HOPE
Bringing the HOPE framework into the coalition’s work was a gradual, collective journey. Nancy and her team began with internal learning sessions, exploring how the Four Building Blocks of HOPE could be applied to their daily work. They then organized trainings and workshops for community partners, including schools, youth-serving organizations, and health providers. These trainings were conducted bilingually to ensure that both English- and Spanish-speaking leaders could understand and apply HOPE principles.
“We started with HOPE 101 workshops, and little by little the organizations began to make the framework their own,” Nancy explained. “The beautiful thing is that it wasn’t just theory—it was practice. Together, we examined how our daily actions could become positive experiences for young people and their families.”
This shared process helped the coalition develop a common language and a unified vision. Over time, the HOPE framework became more than just an external model—it became an integral part of the coalition’s culture and the communities they serve.
HOPE in Action
What does that look like on the ground? The EASTIE Coalition integrates Four Building Blocks of HOPE into every program. Here are some examples:
Positive, trusting relationships
In the “One Love” workshop, youth learn what healthy relationships look like and how to recognize harm. Trusted adults—mentors, clinicians, teachers—are intentionally woven into the work.
“We’re not here to blame or shame,” Nancy said. “People want to feel better. We know there are better ways to feel better that last.”
Safe, stable, and equitable environments
Youth and the team map “protective spaces” around the neighborhood—places to live, learn, and play safely—and then use those maps to organize family-friendly gatherings. For example, a park once known as a hub for substance use now hosts movie nights, music, and open mic events.
“Our youth identified the park as a place they wanted to make welcoming for all,” Nancy explained. “They also welcome neighbors facing addiction, inviting them to join in ways that honor their dignity.”
Civic and social participation
A growing cohort of youth leaders—many of them in the “Spanish Leadership Group”—are taking the lead in preventing substance use. They speak at municipal meetings, engage public officials, and design peer-to-peer prevention campaigns that reflect their culture and language.
“Right now, our youth leaders are the shining stars of the EASTIE Coalition,” Nancy said. “They’ve become the face and the voice of our work.”
Emotional growth
The coalition partners with the community and other organizations to promote healthy coping strategies.
“Trauma can be the gateway drug,” Nancy reflected. “People with unhealed trauma turn to substances to cope. HOPE gives us ways to heal—by offering positive experiences that reconnect young people to the community.”
Beyond Punishment: A Restorative Approach
The coalition’s approach is deliberately restorative. When a young person is caught using substances, the goal isn’t to exclude them; it’s to reconnect them.
“Let’s give them an opportunity to feel a sense of belonging, that their voice matters, that they can be of service,” Nancy said. “Connect them to a trusted adult or a positive peer group. By doing so, there is a world of difference in what happens next.”
Parents are part of the story, too. In their program Knitting Resilience, caregivers gather with a therapist-facilitator to practice communication and self-care while learning new stitches. Dropped one? Start again.
“The knitting becomes a metaphor for life,” Nancy stated. “Resilience is something we make together.”
Language access is integral to their work. The coalition translates and co-creates prevention curricula with youth so that examples and activities resonate culturally and linguistically.
“We removed the linguistic barrier,” Nancy said. “Newcomer youth with limited English are no longer bystanders—they’re champions of prevention.”
All coalition meetings are bilingual with interpretation. “When the content resonates with real-life experiences, engagement rises.”
Building a Movement
The EASTIE Coalition is a convener—not a single program. Quarterly, it brings together schools, youth-serving organizations, health and mental health providers, recovery services, social services, and civil society groups to align efforts and strengthen access to HOPE’s four building blocks.
“It takes a village,” Nancy said. “Prevention isn’t the job of one school or one clinic; it’s a community project.”
The moment is not without challenges. Funding for prevention fluctuates, and the future can feel uncertain. But the coalition’s spirit runs deeper than any single budget line.
“The point of a coalition is that it doesn’t live in any one organization,” Nancy affirmed. “If we can’t always turn to institutions, we can turn to one another. The HOPE framework is accessible to all. Practicing HOPE is something everyone can do.”
Nancy challenges the notion that adolescents are disconnected or part of the problem. She believes they hold deep insight into their own realities—and the solutions as well. Her message is powerful:
“Just listen to them. They understand their reality better than we do—and they have strong ideas for solutions. Our job is to make space for them to lead.”
The Invitation
From East Boston, Nancy and her team extend a call to all of us:
“Join us in spreading HOPE,” Nancy says, “through positive experiences that bring people together and build community.” “Start with just one small act of connection and belonging—hoy mismo.”
This important work is made possible thanks to the dedication of the EASTIE Coalition team: Nancy Slamet, EASTIE Coalition Director; Liliana Obando, DFC Project Coordinator; Sara Ladino Cano, Youth Program Coordinator; Reina Reyes, EASTIE Youth and Parent Support Coordinator; and Nelson Correa, De Nosotros Foundation.
Learn how you can support and connect with the EASTIE Coalition at www.eastiecoalition.org.
This article is part of a series dedicated to highlighting the work of organizations and individuals who are implementing the HOPE Framework in Spanish. Through these stories, we aim to showcase the experiences of people and organizations working to enhance positive childhood experiences in Spanish-speaking communities.